INTRODUCCIÓN: Subieron Marcos y su padre al pico Caramelo y, allí conocieron a un suizo con un equipo en una expedición que hacían anualmente. El padre conocía a Von Arx (el suizo) y les invitó a pasar a su tienda, donde les contó aventuras que había vivido en el Tíbet.
NUDO: Marcos, de vez en cuando, cerraba los ojos, volaba por el cielo y, en medio de la ventisca, divisó una pequeña cabaña. Al abrir los ojos, el niño le dijo a Von Arx que había un refugio no muy lejos de ahí. Él y el suizo salieron en busca de esa cabaña pero, antes de llegar, les sorprendió un alud que enterró a Von Arx. Marcos, siguiendo su instinto, empezó a cavar en un lugar preciso y lo encontró. Le llevó al refugio y una vez que se puso bien, fue a avisar al resto del equipo. Pasaron una noche muy agradable y Von Arx les contó que un día en el Tíbet, le entró el mal de altura. Quiso soportarlo, pero al final murió. Aunque un niño llamado Kangseng, le devolvió a la vida. Kangseng era un fantasma.
DESENLACE: Después de pasar una noche en el refugio, con una tormenta de nieve en el exterior, amaneció soleado y regresaron a sus casas pero al despedirse, Von Arx le dio a Marcos un libro, bueno, un cuaderno en el que había escrito la historia de Kangseng. Estaba escrito que como los chinos invadieron el Tíbet les hacían llevar ropas grises, cambiando sus costumbres. Kangseng era un niño muy cabezota y no se quería poner esos uniformes. Un sargento chino que le pilló sin la ropa, le desnudó y le hizo sentarse en la nieve hasta que pidiera perdón. Después de que pasara la noche sentado en la nieve, se murió y ni el lama ni nadie pudieron curarle. Sentenció que en una fecha concreta se reencarnaría en otro niño. Esa fecha era la misma en la que nació Marcos.
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